Las mujeres que tienen el reto de salir a trabajar todos los días y además se hacen cargo de su familia, disfrutan al máximo todo lo relacionado con tu profesión.
Esto es lo que les da un gran impulso como personas. También influye de modo directo el grado de compromiso que tienen, con la tarea que realizan, pues ha quedado demostrado que la mujer en el trabajo, deja sorprendidos a compañeros y jefes varones. Ésta es una ventaja a la cual debemos sacarle provecho como mujeres modernas.
Por eso recuerda que "los resultados hablan", y cuando la mujer sabe combinar la firmeza y la autoridad profesional con el humanismo; su liderazgo se convierte en una productiva de grado espectacular.
Sin duda alguna, las mujeres somos pioneras que llegaron al escenario donde querían actuar y los nuevos campos de oportunidad surgen o quizá ya estaban ahí, pero se dejan ver una vez superada la neblina al inicio del camino.
Basta saber qué es lo que necesitas y falta en ti, es sólo querer esforzarte, atreverte a romper tus límites y ver los resultados que tú eres capaz de producir. Con tus cualidades puedes ser productiva y útil. Piénsalo y siéntelo.
Descubre tu propio perfil, tus valores, tu vocación y explótalos como si fueran tu propia mina de oro.
Enlista tus habilidades, lo que más te gusta hacer. Pregúntate ¿En dónde puedo ser útil? ¿Qué necesitan en este momento los clientes potenciales de mi organización cuando nadie lo esta ofreciendo o a nadie se le ha ocurrido? ¿Cuáles son las habilidades que debo desarrollar y qué producto puedo ofrecer al mundo? Como acto seguido, descubre dónde están los clientes potenciales que pueden pagarte por lo que sabes hacer.
Después de haber construido los peldaños de tu desarrollo, empiezas a darte cuenta que te ganas a pulso el respeto de los demás, al crear tu propio espacio. ¡Éxito mujer!
Fuente: mujermoderna.com
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