14 estrategias para llenar el carrito del super por menos dinero

A mis queridos lectores espero que estas recomendaciones les sea útil.
Me cuentan cómo les fue.

Al ir al super

1. Ve sola… y después de comer
 
Para evitar las compras impulsivas, ve al supermercado sin hambre y sin niños. Así no te darán tantas ganas de comprar comida porque se te antojó, y tus hijos no te distraerán reclamando todo lo que les llama la atención. Al estar tranquila, podrás comparar precios y limitarte a comprar lo que está en tu lista del super o del mercado.

2. Entiende cómo funcionan las tiendas
¿Has notado que a menudo los productos esenciales, como los pañales, están al fondo de un supermercado? Así te fuerzan a pasar frente a muchos productos que no necesitas para que caigas en la tentación de comprarlos. Estas sencillas estrategias te ayudarán a ahorrar:

• Camina deprisa hacia el área donde está lo que necesitas sin distraerte por el camino.

• Piensa dos veces si de verdad necesitas los productos que están “de oferta” en los extremos de cada pasillo. Muchas veces no ofrecen verdaderos ahorros.

• Revisa los precios de los productos que están en los estantes más bajos y compáralos con los que están al nivel de tu mirada, que pueden ser más caros.

• Trata de no comprar los productos que están junto a la caja registradora, porque la mayoría salen caros. Las galletas cuestan mucho más en paquetes pequeños y las revistas son más baratas si te suscribes que si las compras de una en una.

3. Compra marcas genéricas o de la propia tiendaMuchas cadenas de supermercados ofrecen productos de su propia marca que son exactos a los de otras marcas mucho más caras, exceptuando el paquete. Si es un alimento, comparar las etiquetas con información nutricional te informará de si hay diferencias importantes.


4. Fíjate en el precio por unidad
Al comparar productos, fíjate en el precio por unidad si es que lo dan (por ejemplo, cuánto cuesta el producto por kilo o cualquier otra unidad consistente de medida). Así sabrás lo que te sale más barato, independientemente del tamaño o forma del paquete. Compra el producto que te ofrece más por menos.


5. Usa tarjetas de descuento
Algunas tiendas ofrecen tarjetas con descuentos especiales que también te pueden ahorrar dinero, así que asegúrate de preguntar si la ofrecen en las tiendas en las que compras habitualmente.


6. Compra al por mayor
Aun si no tienes una familia muy grande, comprar al por mayor te va a ahorrar dinero si sigues estos consejos:

• Lleva una lista de lo que te hace falta para no acabar comprando una TV o un paquete con 200 lápices que realmente no necesitas, simplemente porque estaban a muy buen precio.

• Compra productos que no se estropean y que sabes que vas a usar con seguridad, por ejemplo, papel para el baño, productos de limpieza, pañales y comida en lata.

• Si compras productos perecederos, como por ejemplo, bolsas grandes de pollo o bistecs, en cuanto llegues a casa sepáralos en paquetes más pequeños y congélalos.

• Comparte las compras y la cuenta con otra familia, así las dos familias ahorrarán tiempo y se beneficiarán de mejores precios sin acumular un exceso de productos.

Al planear tus compras

1. Planea menús con productos de temporada
Si planeas tus menús basándote en productos de temporada te ahorrarás el costo extra de los productos importados. Si vas a comprar una vez a la semana, usa los productos frescos en los primeros días y escoge recetas basadas en productos no perecederos para finales de la semana.

Si tienes que tirar a menudo vegetales y frutas que han perdido su frescura, considera comprarlos en lata o congelados. Cuando los han empacado durante la temporada punta y no han añadido sal ni azúcar son igual de nutritivos, y el hecho de que no se estropean a la larga te puede ayudar a ahorrar.


2. Planea menús semanales
Planear lo que vas a cocinar toda la semana te ayudará a elaborar una lista del super o mercado más precisa y evitar las compras impulsivas y caras de última hora.


3. Aprovecha las sobras
Compra un asado para la cena del lunes, usa unos trozos de carne para hacer sandwiches el martes y el miércoles añádele a las sobras unos vegetales para cocinar un estofado o una sopa.

El pan seco se puede transformar en pan rayado para empanizar. Un plátano muy maduro se puede batir con yogurt y fresas para hacer una bebida deliciosa y nutritiva. Los restos de vegetales se pueden usar en sopas y la pasta que sobró de la cena puede solucionarte el almuerzo que tu hijo se lleva a la escuela al día siguiente.


4. Cultívalo tú
Las hierbas frescas son bastante caras y la mayoría de las recetas sólo requieren una pequeña cantidad, por lo que a menudo acabas tirando el resto del manojo cuando se ha pasado. ¿Por qué no pruebas a plantar unas macetas con hierbas en la repisa de la ventana de la cocina? Cuando necesites tomillo, perejil, cilantro o romero, te bastará con arrancar unas ramitas y, entre tanto, te alegrarán la cocina.

Si tienes jardín, un balcón o un patio, puedes usar macetas más grandes para plantar tomates o lechugas, que además de prácticas son muy ornamentales. Con un poco de agua y sol, tendrás un jardín hermoso y más dinero en tu bolsa.


5. Disfruta cenas románticas en casa
Si estás deseando pasar una velada romántica con tu pareja, pero te asusta la cuenta del restaurante, con un poco de imaginación y preparación, la puedes pasar en casa. Después de dormir al bebé, prepara una cena especial, enciende unas velas, apaga las luces y disfruta de un rato tranquilo con tu pareja. Lo que te ahorres en niñera lo puedes gastar en algunos ingredientes especiales.

Al cocinar

1. Cocina y congela
Haz cantidad doble de las recetas que se congelan bien como lasagna o estofado y guarda la mitad para otro día. Es más barato comprar ingredientes en cantidades grandes, así que ahorrarás dinero, además de tiempo.


2. Hazlo tú misma
Una tarta hecha en casa es mucho más barata que una comprada en la pastelería. Los aderezos embotellados cuestan más que ponerle a la ensalada un chorrito de aceite y vinagre. Puedes picar la comida familiar para preparar deliciosas papillas para tu bebé que son mucho más económicas que los frascos comerciales.

Eso no quiere decir que tienes que hacer absolutamente todo tú, hay productos preparados como la mayonesa, que pueden salirte mejor de precio, pero por regla general, cocinar te ahorra dinero.


3. Come menos carne
La carne suele ser lo más caro de la compra y además los nutricionistas insisten en lo importante que es comer vegetales. Si introduces algunas recetas vegetarianas en tu repertorio gastarás menos y tendrás una dieta más nutritiva.



Fuente: Babycenter México

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