Tipos de Alopecia
Hay diferentes tipos de alopecias, siendo las más comunes la difusa, la androgenética, la areata y la cicatricial.
La alopecia areata (AA) es una enfermedad de base autoinmune, de etiología multifactorial, que se caracteriza por áreas alopécicas no cicatriciales, asintomáticas y que afecta, aproximadamente, al 2% de los pacientes que acuden al dermatólogo.
La enfermedad puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente entre los 20 y 50 años y afecta por igual a hombres y a mujeres.
La lesión fundamental de la AA es una placa redonda u ovalada, calva, lisa, brillante, sin escamas que se localiza en el cuero cabelludo u otras áreas pilosas. El inicio de la enfermedad es abrupto y el paciente se queja del aumento de la caída del pelo en áreas circunscritas. Además, puede asociarse a parestesias leves, prurito, sensibilidad, escozor o dolor. Aunque en la mayoría de los casos las lesiones son completamente asintomáticas.
La Alopecia areata en una única placa o focal afecta sobre todo a niños y adultos jóvenes y es la forma de presentación más frecuente y de mejor pronóstico. Muchas veces cura espontáneamente y no suele asociarse a enfermedad alguna.
Existen también AA en placas múltiples y formas diversas. Y Alopecia areata total en la que se ve afectado globalmente el cuero cabelludo, acostumbra a comprometer también a las uñas, es crónica y de difícil recuperación. En la AA universal hay una pérdida generalizada del pelo, afectando no sólo al cuero cabelludo sino también al pelo del resto del cuerpo. Suele acompañarse de afectación ungueal y enfermedad autoinmune; es muy difícil de recuperar. La Alopecia areata ofiásica es típica de los niños y se presenta como una pérdida del pelo en la línea de implantación pilosa témporo-occipital. En la AA tipo "María Antonieta" persisten únicamente las canas, después de un episodio agudo en el que se pierden los pelos terminales oscuros, dando la impresión de una "canicie" súbita.
La AA es una enfermedad multifactorial en la que participan factores genéticos (4-27%), reacciones inmunológicas órgano-específicas no completamente aclaradas, la dermatitis atópica y la llamada constitución atópica, el estrés y otros factores desencadenantes (focos de infección crónica, etc.).
Según las estadísticas: Se asocia a la constitución atópica. Al síndrome de Down. Hay una mayor incidencia de la enfermedad en japoneses residentes en Hawai. La enfermedad tiroidea está asociada al 8% de los casos, es más frecuente en niños (24%). Diversas enfermedades autoinmunes, como son: enfermedad de Hashimoto, anemia perniciosa, enfermedad de Addison, enfermedad gonadal, vitíligo, lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, polimialgia reumática, miastenia gravis, colitis ulcerosa, liquen plano y síndrome endocrinopatíacandidiasis.
Las tentativas por correlacionar la enfermedad a un agente infeccioso viral han sido fallidas.
Un factor que sí parece ser desencadenante es el estrés, sucesos como: los robos, demandas judiciales, divorcios, así como los sucesos inesperados, o dificultades relacionadas con la salud y el trabajo, se comportan como factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad.
La Alopecia adnata: o alopecia congénita.
La Alopecia cicatrizal: forma de calvicie producida por la formación de una cicatriz en las dermatosis como en el lupus eritematoso, evolucionando usualmente a calvicie permanente.
La Alopecia congénita: forma rara de pérdida total o parcial del cabello acompañada de otros defectos del ectodermo (uñas, huesos, etc.)
La Alopecia de presión: es una alopecia traumática debida a una presión persistente sobre el cuero cabelludo que ocurre, sobre todo, en bebés que están mucho tiempo boca arriba o en enfermos encamados durante largos períodos.
La Alopecia de tracción: es también una alopecia traumática pero esta es debida a la tracción continua de los cabellos que tiene lugar con algunos tipos de peinados.
La Alopecia laminaris: es la pérdida de los cabellos en los márgenes del cuero cabelludo
La Alopecia menopáusica: caída del pelo en la mujer posmenopáusica, como efecto secundario de las modificaciones hormonales (disminución de estrógenos y aumento de andrógenos)
La Alopecia moteada: la alopecia sifilítica afecta al cabello y a la barba y tiene lugar en forma de pequeñas calvas irregulares que confieren a estas partes de la cabeza un aspecto moteado.
La Alopecia neurótica: es la pérdida de pelo, que se produce habitualmente en un lugar, y tras una enfermedad o lesión del sistema nervioso.
La Alopecia posparto: efluvio de telógenos (fase de reposo, después del catágeno, durante la que se produce la caída del cabello), aparece poco después del parto. Habitualmente se recupera en los meses siguientes.
La Alopecia seborreica: alopecia asociada a un exceso de grasa en el cuero cabelludo con caspa y otros signos de dermatitis seborreica.
La Alopecia senil: forma natural de la pérdida del cabello que afecta a las personas mayores.
La Alopecia total: enfermedad que se caracteriza por la caída de todo el pelo del cuero cabelludo. La causa es desconocida, y la calvicie suele ser permanente. No se conoce ningún tipo de tratamiento.
La Alopecia tóxica: pérdida del cabello atribuida a una afección febril.
La Alopecia traumática: pérdida de los cabellos producida por tirones, acción de agentes químicos u otras causas que causa la destrucción de los folículos.
La Alopecia tricofítica: alopecia a consecuencia de una infección tricofítica (tiña).
La Alopecia universal: caída total del pelo de todas las partes del cuerpo, que a veces representa una extensión de la alopecia areata.
Ciertos medicamentos pueden producir una caída reversible del cabello. Entre estos medicamentos destacan los anticoagulantes, antigotosos, antirreumáticos, antidepresivos, antihipertensivos, beta-bloqueantes (corazón) y la vitamina A en dosis altas.
Algunos medicamentos empleados en la quimioterapia del cáncer, hacen que las células del pelo se detengan en su división y que los cabellos se adelgacen y se rompan fácilmente a medida que emergen del cuero cabelludo. Este fenómeno ocurre 1-3 semanas después del comienzo del tratamiento anticanceroso. El paciente puede perder el 90% del pelo. En la mayoría de los pacientes, el pelo vuelve a crecer cuando el tratamiento anticanceroso finaliza. Se aconseja que estos pacientes adquieran una peluca antes de iniciar el tratamiento.
Anemia ferropénica: La falta de hierro produce caída del pelo tanto en los hombres como en las mujeres. Esta falta de hierro se detecta con análisis y se corrige fácilmente con el tratamiento médico adecuado.
Dieta: Una dieta pobre en proteínas puede ocasionar también pérdida de pelo. Los vegetarianos, las personas que hacen dietas pobres en proteínas y los pacientes con anorexia nerviosa, pueden presentar una nutrición proteica deficiente. Cuando esto ocurre, el organismo ayuda a conservar las proteínas del sujeto, desviando los cabellos en crecimiento hacia la fase de reposo, con lo que estas personas observan una caída masiva de cabello unos 3 meses después. Este proceso es reversible con tratamiento medico y una adecuada ingesta de proteínas.
Estrés y enfermedades: Se puede comenzar a perder pelo de 1-3 meses después de una situación estresante. Las fiebres altas, infecciones severas o las enfermedades crónicas pueden causar la pérdida del pelo.
Fuente: elcuerpo.es
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